Londres nos espera...

Recuerdo que era una mañana que hacia mucho calor. Era imposible bajar a la calle porque el asfalto se derretía bajo tus pies.Era sábado. Alex se había levantado hacia un buen rato y yo me habia quedado remoloneando en la cama, medio despierta , medio dormida.De repente entro en la habitación casi gritando. Le habían llamado de Londres!!!!! Querían hacerle una entrevista el jueves siguiente para un puesto de informático en una multinacional.

El poco sueño que me quedaba termino por esfumarse.Solo acerté a darle la enhorabuena y a preguntarle que que iba a pasar con nosotros.Me dijo que yo formaba parte del equipaje. En aquel momento sonreía tanto que pensé que se me desencajaba la mandíbula. Alex se fue a duchar y yo empecé a dirigir la noticia. Era genial formar parte de la experiencia pero yo también tenia un trabajo en Madrid, una vida.A pesar de que habia veces que queria romper con todo y cambiar de aires porque los años en la capital me pesaban, no se me habia pasado por la cabeza marcharme a vivir fuera por tiempo indefinido. Yo ya había vivido en Cork (Irlanda) durante mi año Erasmus, pero ahora las perspectivas de vida eran completamente diferentes. Por otra parte debería ponerme manos a la obra para buscar empleo. Londres no es una ciudad precisamente asequible. Dentro de mi albergaba la esperanza de que le fuera mal la entrevista o que dijera, en un acto de romanticismo absoluto, que se quedaba conmigo y rechazaba la oportunidad de su vida.

Ya adelanto que no fue así.

Se marcho a hacer la entrevista mientras yo me quede hecha un manojo de nervios en Madrid. Paso en Londres todo el fin de semana y volvió el lunes. Nadie podía saber que estaba en el Reino Unido contemplando la posibilidad de cambiarse de empresa, así que yo me entretuve ese fin de semana en visitar a mi familia en el pueblo, salir con mis amigas y aprovechar el fresquito de la Sierra de Gredos. Era probable que no volviera a disfrutarlo en una larga temporada porque yo tenia decidido que me iba con el. Fuera adonde fuera, pero siempre con el. Con Alex