An owl named Olivia

No puedo dormir.

Al principio supuse que era por la vuelta de las vacaciones. Pensaba que extrañaba la cama, que me había acostumbrado al sol, a levantarme tarde, a comer y cenar bien. Más tarde creí que todo se debía al cansancio acumulado del fin de semana anterior, la vuelta al trabajo,a tener que hablar y pensar en inglés así que decidí remediarlo con duchas antes de acostarme (malditas casas sin bañera!!!), vasos de leche hirviendo, música de Enya para relajarme, pero seguía sin poder pegar ojo.

Este mes es el último. Tengo demasiados asuntos en los que pensar, demasiados trámites , gente de la que despedirme, tantas cosas que dejar atrás y aun no he empezado a hacer nada porque en el momento en que lo haga, significará que no hay vuelta atrás en mi decisión. Me voy.

Me marcho a empezar una nueva vida sin saber muy bien donde, a buscar un trabajo sin tener muy claro cuando lo voy a conseguir. En definitiva a volver a empezar de cero.

Por eso no puedo dormir por las noches. No hago más que darle vueltas a las miles de cosas que están por hacer, ni dejo de recordar los buenos momentos vividos aquí (y también los malos), incluso imagino situaciones, diálogos, caras de la nueva gente que conoceré en España.

Esta noche sé que volverá a ocurrir lo mismo. En menos de 5 minutos me iré directa a la ducha, calentaré mi taza de leche en el microondas y pondré música (Enya, guapa, a ver si esta noche colaboramos un poquito) pero estoy convencida de que, aun así, no podré dormir.

¡Que tengáis dulces sueños!Mientras tanto, yo os vigilo desde aquí.