Farewell party

Nunca he entendido muy bien como las palabras fiesta y despedida pueden casar en una frase. Lo que yo entiendo por fiesta dista mucho de lo que se hace en las despedidas. Sin embargo ayer tuve uno de esos eventos emotivos que tan poco me gustan. Me despedí de todo el mundo que vino con la sensación de no saber si los voy a volver a ver en algún momento de mi vida. Cierto es que no sabemos lo que nos depara el futuro, pero también es verdad que nunca podré reunir a todo este grupo de gente en el mismo lugar, a la misma hora para compartir una tarde de risas.

Durante estos últimos años he ido dejando a mucha gente atrás, de forma involuntaria, y es algo a lo que no me acostumbro.

Ayer recordamos la primera vez que nos conocimos, los primeros fríos invernales, las noches de juerga, los desayunos, comidas y cenas con una taza de café entre las manos (el té para ellos!).Reímos hasta llorar y, tras las promesas de permanecer siempre en contacto, simplemente nos dijimos adiós.

En pocas horas acabará un sueño, pero comenzará otro, porque como dice Paulo Coelho la posibilidad de realizar un sueño es lo que hace la vida más interesante. Ahora solo tengo que buscar el siguiente.

Perdonad por mi ausencia durante estos días pero he estado realmente ocupada y mil gracias por seguir estando ahí.

La próxima vez que escriba, estaré un poquito más cerca de vosotros.