La chica entra a la consulta donde le espera el doctor:
-Señorita, qué le ocurre?
-Pues, que llevo varias noches sin dormir, estoy algo nerviosa, no tengo ganas de comer, me tirita el pulso, se me caen los platos, los vasos, los bolígrafos… y se me va el santo al cielo.
-¿Cómo es eso?
-Pues se me olvidan las cosas, ayer mismo estaba haciendo una mayonesa para la cena y se me olvido la sal y lavar los huevos. Esta mañana estaba haciendo café y me sonó el teléfono y me marche de la cocina mientras la cafetera hervía y no sabe Usted el desastre que he armado
-Y ¿desde cuando le pasa esto que me cuenta?
-Desde hace casi una semana, que volví de un viaje donde por cierto me lo pasé muy bien y conocí a alguien
-Ya veo, ya
-¿Es grave?
-Según se mire. Si va a conseguir incendiar su casa o acabar con la vajilla de su madre, puede que tenga un problema serio. Sino, le recomiendo reposo y tranquilidad y que disfrute del momento. Esto se cura solo.
-Muchas gracias, doctor
Me temo que a partir de ahora voy a ser monotemática pero estoy tan contenta que siento la necesidad de contárselo a todo el mundo, y por supuesto vosotros no vais a ser menos.