jueves, 30 de octubre de 2008

Tears to shed

Hace un mes que regresé a casa y sigo sin acostumbrarme. La vuelta esta resultando aun más dura de lo que me había imaginado y me resisto a pensar que me quedare aquí mucho tiempo. De hecho ni siquiera he cambiado las fotos de Londres ni el lugar de ubicación de mi perfil. Prefiero pensar que estoy de paso.

He procurado no hablar mucho del tema, ni con vosotros ni con nadie, porque no quiero tener que contar como estoy, no me apetece decir que aquí, simplemente, no estoy bien, no estoy cómoda. Sé que mi maldita costumbre de callármelo todo y dedicarme a escuchar a los demás no me trae más que problemas, por eso hoy he decidido contar como me siento.

No tener nada que hacer, las últimas decepciones con determinadas personas y estar pachucha desde hace unos días (nada especialmente grave, por otra parte) no hace más que agravar la situación. Muchas veces me pregunto qué hago aquí y, otras, que si la decisión que tomé fue la correcta. Sé que sí lo fue, pero hay veces que me hago estas preguntas extrañas.

Está acabando Octubre y ha sido un mes para olvidar.

Espero pasar página en cuanto llegue Noviembre

lunes, 27 de octubre de 2008

Epístola a las ingratas

Estimadas ya no amigas:

Durante muchos años las he considerado muy cercanas a mí, casi tanto como de la familia pero por circunstancias ajenas a nuestras voluntades, la vida nos ha ido llevando por diferentes caminos incluso alejándonos en distancia física con tierra y mar de por medio. Sin embargo, yo he procurado que la distancia se tradujera solo en algunos (miles) de kilómetros de separación, y es por ello que Ustedes han estado presentes en mis pensamientos y han sido participes (vía cibernética) de todos lo acontecimientos importantes de estos últimos años.

Tras mi vuelta a España esperaba redescubrir aquella frescura que había en nuestras conversaciones y recuperar todos los momentos que me he perdido por mi voluntaria decisión de independizarme allá por comienzos de este nuestro siglo. Lo que me he encontrado no han sido más que reproches disfrazados de sarcasmo y una falta total de naturalidad en sus pueriles comportamientos. Pero, sin duda, lo que más me ha dolido de todo es la traición y cobardía que les ha impedido decirme algo que era de especial relevancia para mi.

Así que les pido por una parte, que dejen de enarbolar la bandera de la amistad y a ser posible que no me usen como tema recurrente en sus ágapes vespertinos y reuniones de víboras de baja alcurnia o tendré que llamar a los señores de cierta sociedad general a que impongan una tasa por la santa utilización de mi nombre.

No voy a entrar en polémicas con Ustedes y ni siquiera les voy a dar el gusto de que vuelvan a disfrutar de mi honorable presencia.

Disculpen lo distante del lenguaje, es mi costumbre tratar así a los desconocidos.

Disfruten de otros de sus aquelarres.

Olivia

martes, 21 de octubre de 2008

The kisser

El domingo, mientras tomaba café con una amiga, vimos a una pareja besándose apasionadamente en la barra del bar. Entonces mi amiga me preguntó que cuál había sido el mejor beso que me habían dado. Tras pensar un rato largo, no supe contestar. Repasé mentalmente la lista de besos más significativos que he tenido y la cuestión es que puedo recordar el momento previo al beso: las palabras (especialmente si era la primera que besaba al chico de turno), el entorno, si era de día o de noche, si estaba nerviosa o no, incluso puedo recordar el perfume de él, y haciendo un esfuerzo titánico, si besaba con los ojos abiertos o cerrados (¡me encanta saberlo!) pero no logro recordar el acto del beso en sí. Todo se vuelve nebuloso. También conservo en la mente el momento de después: si nos abrazamos, si nos dimos la mano o simplemente seguimos caminando. Pero no recuerdo nada, absolutamente nada, de ninguno de los besos que he dado a lo largo de mi vida.

Entonces a mi amiga se le ocurrió preguntarme quién me había dado el mejor beso (lo prometo, no trabaja para la revista Hola ni nada por el estilo) y tampoco supe que contestar.

Y entonces empecé a preocuparme.

Cabe la posibilidad de que cuando beso, pierdo la noción espaciotemporal y esa sea la razón de que no me acuerde de ninguno de ellos. Otra opción es que se me estén fundiendo las neuronas de tanto utilizarlas y esté perdiendo la capacidad de recordar (lo que a mi edad también sería para preocuparse seriamente) Pero la peor posibilidad de todas es que, en toda mi vida, no haya besado a nadie especial que merezca ser recordado.

Y eso, eso suena a máxima gravedad.

martes, 14 de octubre de 2008

Lara

Ocurrió hace algo más de año. Conoció a un chico encantador en una fiesta, no excesivamente guapo, ni alto, ni grande como a ella le gustaban, pero lo suficientemente atractivo como para que le empezara a gustar, a pesar de que otra persona ocupaba su corazón y su cama. Una noche de interminable conversación el se acercó lentamente a ella con la intención de besarla, pero Lara apartó la cara y bajó la mirada. No podía traicionar a la persona que la esperaba en casa a pesar de que lo deseaba con todas sus fuerzas.

Muchos meses después, Lara coincidió por sorpresa con ese chico en un bar y no pudo evitar que su corazón se acelerara, pero el miedo y la vergüenza por lo que había pasado meses atrás impidieron que se acercara a saludarlo. Sin embargo el la observaba desde lejos y, en un descuido, la agarró por el brazo y la llevó a un lugar apartado para que pudieran hablar. Él recordaba cada detalle de la fiesta, de ella. Y Lara volvió a descubrir en sus ojos aquella sinceridad que un año atrás había conocido. Quizás por primera vez.

Se intercambiaron teléfonos y al día siguiente el la invitó a tomar café. Conversaron hasta el amanecer, pasearon, se abrieron el uno al otro. Lara sabía que había llegado el momento de besarlo y cerrar aquella brecha que involuntariamente había quedado abierta. Sin embargo, el la rechazó con dos tímidos besos y un hasta pronto.

Lara quedó desconcertada. No sabía porque ese chico la había rehuido, ni siquiera ella sabía porque quería besarlo. Simplemente sintió la necesidad de hacerlo, quizás para descubrir si sentía algo, tal vez para alimentar su ego o puede que para negarse a sí misma que las cosas no siempre ocurren cuando uno las desea y que las oportunidades pasan delante de nuestros ojos tan solo una vez en la vida.

Lara cree que no quiere a nadie y que quizá nunca vuelva a hacerlo. Ahora se conforma con besar a conocidos o desconocidos sin saber qué es lo que está buscando. Lara tiene miedo de que si alguien tan increíble la ha rechazado, se tenga que conformar con los mediocres. Lara ya no sabe lo que siente. Lara esta confusa.

Y yo no puedo ayudarla.

lunes, 6 de octubre de 2008

Ventajas de vivir en casa

He aquí los beneficios de vivir en casa de papi y mami:

- Ayuda a fomentar la memoria. Tu madre/padre/Perico el de los Palotes te cambia las cosas de sitio simplemente para mantener tu mente activa.

- Llevas una vida mas ordenada. Y si no es así, ya esta tu madre para ordenarla en contra de tu voluntad.

- Nunca discutes con tu novio o tus compañeros de piso por el mando de la tele porque siempre lo tiene tu padre.

- Aprendes a ser paciente. Si logras acostumbrarte a los horarios de ducha/intestinales/maquillaje y /o afeitado de toda la familia, Job te reservará un asiento allá donde esté.

- Redescubres “grandes clásicos” musicales de hoy y de siempre: Mari Trini, Perales, Raphael, Dyango…

- Te vuelves más agradecida. Das las gracias al inventor de los tapones para los oidos (y así evitar el punto anterior), al del Mp3, al de Internet, al cartero comercial…El caso es tener algo con lo que entretenerse.

- Reconsideras tus creencias religiosas. No hay dia en el que no te acuerdes de Dios, la Virgen y todos los Santos.

- Las sobremesas se hacen muy amenas. Especialmente cuando vienen esos parientes que hace meses con los que no tienes contacto ( y ahora recuerdas el motivo) a engullir pastelitos de nata y a preguntarte como es posible que sigas soltera.

Si es que la familia es el mayor tesoro…que bien podía haberse quedado enterrado en el fondo del mar!

¿¿En que coño estaba pensando yo cuando decidí independizarme hace unos años??

¡!Con lo bien que se vive en casa!!

GRRRRRRRRRRR!!!

viernes, 3 de octubre de 2008

En casa

Despues de un viaje infernal y dos días sin poder mover ni las pestañas por el cansancio puedo decir que ya estoy aquí, en España.

Ahora todo se me hace rarísimo.

Aun no me he hecho a la idea de que he regresado.Necesitaré un tiempo de adaptación a mis antiguas costumbres y pienso ponerme manos a la obra este fin de semana (cañas, tapas, cafeses varios, juergas hasta las mil porque no te cierran los bares…etc)

¡Que paseis un feliz fin de semana!